DEBAJO DE LA NOGAL
A la entrada de Priaranza del Bierzo, en un cruce entre una carretera y un camino más pequeño, debajo de la nogal, verás un banco y, junto a él, dos plantitas de romero. Hay mucho ruido, de coches que pasan, porque eso es una cuneta: un lugar que no está pensado para velar a ninguna persona muerta. Pero sí, aquí es. Mira.
EL PLANO DEL TÍO MANOLO
Manolo, uno de los tíos de Emilio Silva, había guardado durante 24 años un pequeño plano qué él mismo había dibujado en el año 1976, señalando el lugar donde le habían dicho que habían fusilado y enterrado a su padre a comienzos de la Guerra Civil. Cuando, en el año 2000, se abrió por fin la fosa común, lo sacó del bolsillo y comprobó lo que creía saber: “donde yo decía”, dijo. Aunque nunca había dicho nada.


A LA ATENCIÓN DEL ALCALDE
Cuando Emilio y su familia decidieron que iban a intentar exhumar los restos de su abuelo, todo estaba por inventar. Tuvieron que hacer muchos trámites, inventar muchos procedimientos, hasta acuñar palabras que pudieran nombrar mejor lo que estaban haciendo, lo que por fin estaban diciendo. Esta es la carta que enviaron al Ayuntamiento de Priaranza del Bierzo, solicitando permiso para eso que aún no llamaban siquiera exhumación.
ESTABAN AHÍ
La fosa común de Priaranza del Bierzo se abrió en octubre de 2000. Aparecieron los restos de trece hombres, fusilados en octubre de 1936, poco después del comienzo de la Guerra Civil. El número 2 era Emilio Silva Faba. Tres de ellos siguen sin ser identificados.
Estas fotos son de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Aquí puedes ver más; y en su web tienes más información y enlaces sobre aquellos días.
LOS TRES HIJOS
Manolo, Ramón y Emilio Silva eran niños la última vez que vieron a su padre. Sesenta y cuatro años después, bajan juntos a una fosa abierta en una cuneta, en la que van a encontrar sus restos.
EL INFORME FORENSE
La fosa de Priaranza fue la primera en abrirse en España de manera pública y usando métodos científicos, e inició un nuevo ciclo de exhumaciones en nuestro país. Este es el informe oficial que relata su proceso.
Desde entonces se han exhumado los cuerpos de más de 9000 personas arrojadas a 740 fosas comunes durante la Guerra Civil y la dictadura. En este mapa se pueden ver sus ubicaciones, y también las de algunas de las muchas que aún están por abrir: un país horadado por la ausencia y por el silencio.