UNA PROMESA
Cuando Consuelo tenía 17 años decidió que iba a ser escritora. Escritora por necesidad. necesitaba cumplir la promesa que hizo a sus compañeras del Patronato de Protección para la Mujer: que todo el mundo supiera lo que les habían hecho allí dentro.
En 2012, Consuelo publica Las desterradas hijas de Eva.
Es el resultado de su investigación y documentación de los abusos que vivieron menores de edad y madres en los reformatorios franquistas.
Además, Consuelo hizo muchas entrevistas, como esta, donde cuenta la historia detrás del proceso de investigación, que partió en el año 2000, como ella misma dice, de un desierto documental y una laguna informativa.
Luego llegarían más entrevistas, más libros, charlas, intervenciones en instituciones públicas… Una vida entera dedicada a romper este (gran) silencio.
También llegaron quienes intentaron callarla. Consuelo fue denunciada por calumnias por la trama de los bebés robados durante el franquismo. En esta entrevista con El Salto, explica su punto de vista.
Otras voces sobre el Patronato
Y algunos libros sobre el tema:
Políticas de represión y punición de las mujeres: Las Lavanderías de la Magdalena de Irlanda y el Patronato de Protección a la Mujer en España (Pilar Iglesias Aparicio)
Mujeres para después de una guerra
(Assumpta Roura)
Indignas hijas de su patria
(Marta García Carbonell y María Palau Galdón)
Ahora ya sabes, si es que no lo sabías, que el Patronato de Protección a la Mujer fue una institución pública creada en España en 1941 y encuadrada dentro el Ministerio de Justicia. Que contó con centros de internamiento regentados generalmente por órdenes religiosas donde, por una simple denuncia de un familiar, un particular o de una figura de autoridad civil o religiosa, se podía encerrar a mujeres jóvenes “caídas o en riesgo de caer”, en contra de su voluntad.
Lo que quizá no sabes es que parte del párrafo anterior está basado en la entrada de Wikipedia que existe gracias a las investigaciones y al empeño de Consuelo. En ella, además, quedan corregidos errores previos tan relevantes como que el Patronato desaparece en 1985, y no en 1978, como se aseguró hasta entonces.
Pero sobre esto hablaremos en la Cara B de esta historia.
No solo en España
No, España no fue el único país donde se vulneraron los derechos de mujeres y niñas, encerrándolas a la fuerza en reformatorios regentados por congregaciones religiosas, con la connivencia del Estado.
En Irlanda, las Lavanderías de la Magdalena tenían como misión albergar a “mujeres caídas”. Vaya, nos suena familiar. Se estima que unas 30.000 mujeres estuvieron confinadas en estas instituciones y privadas de su libertad, infancia y derechos durante los siglos XIX y XX.
Entre 1992 y 1996 todavía había seis lavanderías en funcionamiento.
Allí fue encerrada a los 12 años una mujer que también ha querido romper el silencio: Maureen Sullivan es la superviviente más joven conocida de las Lavanderías de la Magdalena en Irlanda. Y ella también eligió hablar.
En su libro Girl in the Tunnel, cuenta su experiencia en las lavanderías, el trabajo forzado y los abusos sufridos durante su infancia.
Actualmente es representante del grupo Magdalene Survivors Together.
Maureen ha querido mostrar su apoyo y solidaridad a las supervivientes del Patronato de Protección a la Mujer, con quienes comparte el esfuerzo por ser reconocidas públicamente como víctimas de una vulneración de derechos humanos.